En septiembre de 1978 inició el IES AL-ÁNDALUS su andadura. A lo largo y ancho de estos 39 años profesorado, familias, conserjes, personal de mantenimiento, infinidad de chicas y chicos.... han ido dejando entre estas paredes un trocito de su corazón, muchísimas horas de dedicación y esfuerzo, experiencias y sentimientos. Hemos desarrollado y potenciado grandes valores como amistad, integración, calidad, superación....
Éste no es cualquier instituto. Éste es un gran instituto. Es un instituto abierto a la Comunidad (somos Comunidad de Aprendizaje), comprometido con el medio ambiente (Ecoescuela) conectado a la realidad laboral (Formación profesional, Jornadas SLCENT, Innicia) y a la sociedad (Coeducación, Escuela Espacio de Paz, Erasmus + y Bilingüismo), donde el profesorado se desvive por atender a todo el alumnado y facilitarles el acceso al éxito escolar y sobre todo, a Educar. Pero, ¿qué es Educar en nuestro instituto? Al igual que Marc Prencil, creo que Educar es convertir a los estudiantes en buenas personas, personas competentes, flexibles y, lo más difícil, capaces de mejorar el mundo.
Afronto mi papel como directora de este centro henchida de orgullo, pero también de responsabilidad. Y presento mi compromiso ante toda la Comunidad educativa asumiendo los nuevos retos que nos depara la realidad de este centro y de la sociedad en general. El futuro, por definición, es incierto, pero la tendencia nos avisa de que en pocos años, el 45 % de los empleos será automatizable. Ante esta perspectiva, se hace imprescindible aprender a aprender, aprender a ser ágiles y flexibles, desarrollar competencia emocional, saber colaborar con la tecnología, tener espíritu crítico y potenciar la creatividad y la curiosidad. Estos son los objetivos que deben compartirse desde nuestro centro educativo.
Mi proyecto de dirección se orienta al éxito educativo y al disfrute del placer de aprender. Parte de un concepto de dirección basado en el liderazgo pedagógico distribuido y compartido, innovador y orientado a la mejora continua. Mi primera decisión, contar con un equipo directivo profesional, capaz, sensibilizado y con valores profesionales y personales excepcionales. La segunda acción, gestionar el cambio, haciendo partícipes al Claustro y a toda la Comunidad educativa de este viaje que emprendemos, en el que sin duda surgirán problemas, que no son sino oportunidades de aprender y en el que cada persona sea un agente promotor del cambio.
Nos vemos en el camino.
Sandra Lardón Pérez